Petición & Casting para Cannon

» ¿Por qué elegí esté personaje? Porque tiene una personalidad muy similar a la mia y me identifico mucho con ella
» Introducción al casting {en breves palabras, cuál es la situación en la que envolverás al PJ}: Un dia en su habitación estudiando y pensando.
» Prueba de rol {recuerda que tiene que ser de mínimo 12 líneas. No hay límite para la imaginación.} Estaba en mi habitación estudiando tan tranquilamente ya que mis compañeras se habian ido a la piscina. Estudiaba quimica, era una de mis asignaturas favoritas, aunque en esos momentos estaba pensando en Dylan, era mi mejor amigo aunque desde hacia tiempo sentía algo más que amistad por el, porque Dylan es sincero, amable y muy humilde. Estaba tan ensimismada que no me di cuenta de que llamaban a la puerta. Luego fui a abrir la puerta y ahi estaba él, -Hola, ¿que tal?-le pregunté yo muy contenta, -Bien ¿y tú?-Me contestó. -Muy bien, pasa-Dylan pasó y estuvimos hablando de varias cosas hasta que tuvo que irse a estudiar y entonces recordé que yo tambien tenia que estudiar, al terminar de repasar cogi la botella de agua que tenia al lado pero se me cayó el agua al suelo aunque conseguí controlarla lo suficientemente rapido como para no crear un estropicio en el suelo, pero demasiado tarde como para evitar empaparme. Fui a secarme y luego me cambie de ropa, y me meti en la cama con la cabeza llena de pensamientos y el recuerdo de una gran tarde con un gran amigo del que estaba enamorada.

Miró con sus grandes ojos marrones la sangre caer por la muñeca y levantó la vista. El rostro de su padre estaba desencajado, se veía en el las muestras del dolor producido por el corte y dejó caer el cuchillo para tapar la hemorragía con fuerza. Su madre, apegada como siempre al teléfono, lo soltó de inmediato y corrió para ayudar a su marido. La pequeña Ella se acercó a su progenitor y le llamó varias veces hasta que consiguió llamar su atención. Tras esto, acercó su mano al corte y, durante unos segundos, nadie creyó lo que vió: La herida había curado por completo. ¿Cómo lo había hecho? Nadie lo sabía? ¿Era consciente Ella de aquel poder? Parecía que no. Simplemente se dejó guiar por el instinto.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Caminó a lo largo de la academia con prisa, chocándose con el resto de estudiantes que salían de sus aulas con las mismas ganas que parecía tener ella. Puso sus ojos en blanco y negó con la cabeza, como si la persona al otro lado del teléfono pudiera verla - Mamá, no me puedes decir eso - se paró enmedio del pasillo. Deseaba gritarle, nunca la escuchaba y mucho menos la dejaba hablar - Mamá, sabes que aún me quedan dos años para abandonar la academia - estaba convencida que el resto de los alumnos podían escuchar los gritos de su madre al otro lado de la línea - De verdad, no quiero ser grosera contigo, pero si me hablas así no me quedará más remedio. Sabes que estoy aquí por mi bien. A veces pienso que no te importo nada - colgó y puso el móvil en silencio. No tenía ganas de discutir una vez más. Siempre la misma historia... ¿Es que su madre no podía entender que no era una persona normal? Creía que lo que se dedicaba a hacer en la academia era divertirse, pasar el rato, tener una excusa para no hacer nada, pero si se hubiera esforzado en conocer un poco a su hija sabría que estaba equivocada. Ella comprendía que si la había llamado para eso era porque su padre no estaba en esos momentos con ella, quien siempre había defendido a su pequeña.

Pasó por la cafetería, donde recogió unos cafés y unos bollitos, y puso rumbo a los jardines. A lo lejos observó la figura del chica al que tenía más ganas de ver en aquellos momentos. Una vez se acercó a él, aquel joven levantó la vista y le mostró una de las sonrisas más bonitas que Ella jamás había visto. La chica le devolvió la sonrisa y, al sentarse a su lado, sintió esas odiosas mariposas en el estómago. ¿Por qué la tenían que pasar esas cosas? - Toma - le ofreció el café y uno de los bollitos. - Gracias - Respondió Andrew dando un bocado al dulce - Esto solo lo haces por una razón - Ella se encogió de hombros, realmente no tenía ganas de hablar de ello y sabía que Andrew la entendería. El chico pasó un brazo por su hombro y Ella apoyó su cabeza en el hombro de éste. A veces no hacía falta decir nada y aquella era una de esas veces.